Versículos de la Biblia sobre la defensa de Dios

2 Timoteo 3:14-16: 14 Empero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido, 15 Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia

Job 36:12: 12 Mas si no oyeren, serán pasados á cuchillo, Y perecerán sin sabiduría.

1 Timoteo 3:14-16: 14 Esto te escribo con esperanza que iré presto á ti: 15 Y si no fuere tan presto, para que sepas cómo te conviene conversar en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad. 16 Y sin cotradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido manifestado en carne, ha sido justificado con el Espíritu, ha sido visto de los ángeles, ha sido predicado á los Gentiles, ha sido creído en el mundo, ha sido recibido en gloria.

Job 36:1-33: 36 Y AÑADIO Eliú, y dijo: 2 Espérame un poco, y enseñarte he, Porque todavía tengo razones en orden á Dios. 3 Tomaré mi noticia de lejos, Y atribuiré justicia á mi Hacedor. 4 Porque de cierto no son mentira mis palabras, Contigo está el que es íntegro en sus conceptos. 5 He aquí que Dios es grande, mas no desestima á nadie, Es poderoso en fuerza de sabiduría. 6 No otorgará vida al impío, Y á los afligidos dará su derecho. 7 No quitará sus ojos del justo, Antes bien con los reyes los pondrá en solio para siempre, Y serán ensalzados. 8 Y si estuvieren prendidos en grillos, Y aprisionados en las cuerdas de aflicción, 9 El les dará á conocer la obra de ellos, Y que prevalecieron sus rebeliones. 10 Despierta además el oído de ellos para la corrección, Y díce les que se conviertan de la iniquidad. 11 Si oyeren, y le sirvieren, Acabarán sus días en bien, y sus años en deleites. 12 Mas si no oyeren, serán pasados á cuchillo, Y perecerán sin sabiduría. 13 Empero los hipócritas de corazón lo irritarán más, Y no clamarán cuando él los atare. 14 Fallecerá el alma de ellos en su mocedad, Y su vida entre los sodomitas. 15 Al pobre librará de su pobreza, Y en la aflicción despertará su oído. 16 Asimismo te apartaría de la boca de la angustia A lugar espacioso, libre de todo apuro, Y te asentará mesa llena de grosura. 17 Mas tú has llenado el juicio del impío, En vez de sustentar el juicio y la justicia. 18 Por lo cual teme que en su ira no te quite con golpe, El cual no puedas apartar de ti con gran rescate. 19 ¿Hará él estima de tus riquezas, ni del oro, Ni de todas las fuerzas del poder? 20 No anheles la noche, En que desaparecen los pueblos de su lugar. 21 Guárdate, no tornes á la iniquidad, Pues ésta escogiste más bien que la aflicción. 22 He aquí que Dios es excelso con su potencia, ¿Qué enseñador semejante á él? 23 ¿Quién le ha prescrito su camino? ¿Y quién le dirá: Iniquidad has hecho? 24 Acuérdate de engrandecer su obra, La cual contemplan los hombres. 25 Los hombres todos la ven, Mírala el hombre de lejos. 26 He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos, Ni se puede rastrear el número de sus años. 27 El reduce las gotas de las aguas, Al derramarse la lluvia según el vapor, 28 Las cuales destilan las nubes, Goteando en abundancia sobre los hombres. 29 ¿Quién podrá tampoco comprender la extensión de las nubes, Y el sonido estrepitoso de su pabellón? 30 He aquí que sobre él extiende su luz, Y cobija con ella las raíces de la mar. 31 Bien que por esos medios castiga á los pueblos, A la multitud da comida. 32 Con las nubes encubre la luz, Y mándale no brillar, interponiendo aquéllas. 33 Tocante á ella anunciará el trueno, su compañero, Que hay acumulación de ira sobre el que se eleva.

Lucas 15:1-32: 15 Y SE llegaban á él todos los publicanos y pecadores á oirle. 2 Y murmuraban los Fariseos y los escribas, diciendo: Este á los pecadores recibe, y con ellos come. 3 Y él les propuso esta parábola, diciendo: 4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va á la que se perdió, hasta que la halle? 5 Y hallada, la pone sobre sus hombros gozoso, 6 Y viniendo á casa, junta á los amigos y á los vecinos, diciéndoles: Dadme el parabién, porque he hallado mi oveja que se había perdido. 7 Os digo, que así habrá más gozo en el cielo de un pecador que se arrepiente, que de noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentimiento. 8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si perdiere una dracma, no enciende el candil, y barre la casa, y busca con diligencia hasta hallarla? 9 Y cuando la hubiere hallado, junta las amigas y las vecinas, diciendo: Dadme el parabién, porque he hallado la dracma que había perdido. 10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. 11 Y dijo: Un hombre tenía dos hijos, 12 Y el menor de ellos dijo á su padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me pertenece: y les repartió la hacienda. 13 Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió lejos á una provincia apartada, y allí desperdició su hacienda viviendo perdidamente. 14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una grande hambre en aquella provincia, y comenzóle á faltar. 15 Y fué y se llegó á uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió á su hacienda para que apacentase los puercos. 16 Y deseaba henchir su vientre de las algarrobas que comían los puercos, mas nadie se las daba. 17 Y volviendo en sí, dijo: ­Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré, é iré á mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo, hazme como á uno de tus jornaleros. 20 Y levantándose, vino á su padre. Y como aun estuviese lejos, viólo su padre, y fué movido á misericordia, y corrió, y echóse sobre su cuello, y besóle. 21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo, y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. 22 Mas el padre dijo á sus siervos: Sacad el principal vestido, y vestidle, y poned un anillo en su mano, y zapatos en sus pies. 23 Y traed el becerro grueso, y matadlo, y comamos, y hagamos fiesta: 24 Porque este mi hijo muerto era, y ha revivido, habíase perdido, y es hallado. Y comenzaron á regocijarse. 25 Y su hijo el mayor estaba en el campo, el cual como vino, y llegó cerca de casa, oyó la sinfonía y las danzas, 26 Y llamando á uno de los criados, preguntóle qué era aquello. 27 Y él le dijo: Tu hermano ha venido, y tu padre ha muerto el becerro grueso, por haberle recibido salvo. 28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. 29 Mas él respondiendo, dijo al padre: He aquí tantos años te sirvo, no habiendo traspasado jamás tu mandamiento, y nunca me has dado un cabrito para gozarme con mis amigos: 30 Mas cuando vino éste tu hijo, que ha consumido tu hacienda con rameras, has matado para él el becerro grueso. 31 El entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. 32 Mas era menester hacer fiesta y holgar nos, porque este tu hermano muerto era, y ha revivido, habíase perdido, y es hallado.

Hebreos 6:1-20: 6 POR tanto, dejando la palabra del comienzo en la doctrina de Cristo, vamos adelante á la perfección, no echando otra vez el fundamento, no arrepentimiento de obras muertas, y de la fe en Dios, 2 De la doctrina de bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno. 3 Y esto haremos á la verdad, si Dios lo permitiere. 4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo. 5 Y asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y las virtudes del siglo venidero, 6 Y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndole á vituperio. 7 Porque la tierra que embebe el agua que muchas veces vino sobre ella, y produce hierba provechosa á aquellos de los cuales es labrada, recibe bendición de Dios: 8 Mas la que produce espinas y abrojos, es reprobada, y cercana de maldición, cuyo fin será el ser abrasada. 9 Pero de vosotros, oh amados, esperamos mejores cosas, y más cercanas á salud, aunque hablamos así. 10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado á su nombre, habiendo asistido y asistiendo aún á los santos. 11 Mas deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el cabo, para cumplimiento de la esperanza: 12 Que no os hagáis perezosos, mas imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. 13 Porque prometiendo Dios á Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo, 14 Diciendo: De cierto te bendeciré bendiciendo, y multiplicando te multiplicaré. 15 Y así, esperando con largura de ánimo, alcanzó la promesa. 16 Porque los hombres ciertamente por el mayor que ellos juran: y el fin de todas sus controversias es el juramento para confirmación. 17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente á los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento, 18 Para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que nos acogemos á trabarnos de la esperanza propuesta: 19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que entra hasta dentro del velo, 20 Donde entró por nosotros como precursor Jesús, hecho Pontífice eternalmente según el orden de Melchîsedec.

Ezequiel 28:1-26: 28 Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo: 2 Hijo del hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto se enalteció tu corazón y dijiste: Yo soy un dios, en la silla de Dios estoy sentado en medio de los mares (siendo tú hombre y no Dios), y has puesto tu corazón como corazón de Dios: 3 He aquí que tú eres más sabio que Daniel, no hay secreto que te sea oculto, 4 Con tu sabiduría y con tu prudencia te has juntado riquezas, y has adquirido oro y plata en tus tesoros, 5 Con la grandeza de tu sabiduría en tu contratación has multiplicado tus riquezas, y á causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón. 6 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto pusiste tu corazón como corazón de Dios, 7 Por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extraños, los fuertes de las gentes, que desenvainarán su espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y ensuciarán tu esplendor. 8 A la huesa te harán descender, y morirás de las muertes de los que mueren en medio de los mares. 9 ¿Hablarás delante de tu matador, diciendo: Yo soy Dios? Tú, hombre eres, y no Dios, en la mano de tu matador. 10 De muerte de incircuncisos morirás por mano de extraños: porque yo he hablado, dice el Señor Jehová. 11 Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo: 12 Hijo del hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho el Señor Jehová: Tú echas el sello á la proporción, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura. 13 En Edén, en el huerto de Dios estuviste: toda piedra preciosa fué tu vestidura, el sardio, topacio, diamante, crisólito, onique, y berilo, el zafiro, carbunclo, y esmeralda, y oro, los primores de tus tamboriles y pífanos estuvieron apercibidos para ti en el día de tu creación. 14 Tú, querubín grande, cubridor: y yo te puse, en el santo monte de Dios estuviste, en medio de piedras de fuego has andado. 15 Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste criado, hasta que se halló en ti maldad. 16 A causa de la multitud de tu contratación fuiste lleno de iniquidad, y pecaste: por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín cubridor. 17 Enaltecióse tu corazón á causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría á causa de tu resplandor: yo te arrojaré por tierra, delante de los reyes te pondré para que miren en ti. 18 Con la multitud de tus maldades, y con la iniquidad de tu contratación ensuciaste tu santuario: yo pues saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y púsete en ceniza sobre la tierra á los ojos de todos los que te miran. 19 Todos los que te conocieron de entre los pueblos, se maravillarán sobre ti: en espanto serás, y para siempre dejarás de ser. 20 Y fué á mí palabra de Jehová, diciendo: 21 Hijo del hombre, pon tu rostro hacia Sidón, y profetiza contra ella, 22 Y dirás: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado: y sabrán que yo soy Jehová, cuando hiciere en ella juicios, y en ella me santificare. 23 Y enviaré á ella pestilencia y sangre en sus plazas, y caerán muertos en medio de ella, con espada contra ella alrededor, y sabrán que yo soy Jehová. 24 Y nunca más será á la casa de Israel espino que le punce, ni espanto que le dé dolor, en todos los alrededores de los que los menosprecian, y sabrán que yo soy Jehová. 25 Así ha dicho el Señor Jehová: Cuando juntaré la casa de Israel de los pueblos entre los cuales están esparcidos, entonces me santificaré en ellos á los ojos de las gentes, y habitarán en su tierra, la cual dí á mi siervo Jacob. 26 Y habitarán en ella seguros, y edificarán casas, y plantarán viñas, y habitarán confiadamente, cuando yo haré juicios en todos los que los despojan en sus alrededores, y sabrán que yo soy Jehová su Dios.

Job 36:31: 31 Bien que por esos medios castiga á los pueblos, A la multitud da comida.

Job 36:19: 19 ¿Hará él estima de tus riquezas, ni del oro, Ni de todas las fuerzas del poder?

Job 36:18: 18 Por lo cual teme que en su ira no te quite con golpe, El cual no puedas apartar de ti con gran rescate.

Job 35:15: 15 Mas ahora, porque en su ira no visita, Ni conoce con rigor

Job 37:1-24: 37 A ESTO también se espanta mi corazón, Y salta de su lugar. 2 Oid atentamente su voz terrible, y el sonido que sale de su boca. 3 Debajo de todos los cielos lo dirige, Y su luz hasta los fines de la tierra. 4 Después de ella bramará el sonido, Tronará él con la voz de su magnificencia, Y aunque sea oída su voz, no los detiene. 5 Tronará Dios maravillosamente con su voz, El hace grandes cosas, que nosotros no entendemos. 6 Porque á la nieve dice: Desciende á la tierra, También á la llovizna, Y á los aguaceros de su fortaleza. 7 Así hace retirarse á todo hombre, Para que los hombres todos reconozcan su obra. 8 La bestia se entrará en su escondrijo, Y estaráse en sus moradas. 9 Del mediodía viene el torbellino, Y el frío de los vientos del norte. 10 Por el soplo de Dios se da el hielo, Y las anchas aguas son constreñidas. 11 Regando también llega á disipar la densa nube, Y con su luz esparce la niebla. 12 Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor, Para hacer sobre la haz del mundo, En la tierra, lo que él les mandara. 13 Unas veces por azote, otras pos causa de su tierra, Otras por misericordia las hará parecer. 14 Escucha esto, Job, Repósate, y considera las maravillas de Dios. 15 ¿Supiste tú cuándo Dios las ponía en concierto, Y hacía levantar la luz de su nube? 16 ¿Has tú conocido las diferencias de las nubes, Las maravillas del Perfecto en sabiduría? 17 ¿Por qué están calientes tus vestidos Cuando se fija el viento del mediodía sobre la tierra? 18 ¿Extendiste tú con él los cielos, Firmes como un espejo sólido? 19 Muéstranos qué le hemos de decir, Porque nosotros no podemos componer las ideas á causa de las tinieblas. 20 ¿Será preciso contarle cuando yo hablaré? Por más que el hombre razone, quedará como abismado. 21 He aquí aún: no se puede mirar la luz esplendente en los cielos, Luego que pasa el viento y los limpia, 22 Viniendo de la parte del norte la dorada claridad. En Dios hay una majestad terrible. 23 El es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en potencia, Y en juicio y en multitud de justicia no afligirá. 24 Temerlo han por tanto los hombres: El no mira á los sabios de corazón.

Job 36:20: 20 No anheles la noche, En que desaparecen los pueblos de su lugar.

Job 35:14: 14 Aunque más digas, No lo mirará, Haz juicio delante de él, y en él espera.

Job 35:1-16: 35 Y PROCEDIENDO Eliú en su razonamiento, dijo: 2 ¿Piensas ser conforme á derecho Esto que dijiste: Más justo soy yo que Dios? 3 Porque dijiste: ¿Qué ventaja sacarás tú de ello? ¿O qué provecho tendré de mi pecado? 4 Yo te responderé razones, Y á
tus compañeros contigo. 5 Mira á los cielos, y ve, Y considera que las nubes son más altas que tú. 6 Si pecares, ¿qué habrás hecho contra él? Y si tus rebeliones se multiplicaren, ¿qué le harás tú? 7 Si fueres justo, ¿qué le darás á el? ¿O qué recibirá de tu mano? 8 Al hombre como tú dañará tu impiedad, Y al hijo del hombre aprovechará tu justicia. 9 A causa de la multitud de las violencias clamarán, Y se lamentarán por el poderío de los grandes. 10 Y ninguno dice: ¿Dónde está Dios mi Hacedor, Que da canciones en la noche, 11 Que nos enseña más que á las bestias de la tierra, Y nos hace sabios más que las aves del cielo? 12 Allí clamarán, y él no oirá, Por la soberbia de los malos. 13 Ciertamente Dios no oirá la vanidad, Ni la mirará el Omnipotente. 14 Aunque más digas, No lo mirará, Haz juicio delante de él, y en él espera. 15 Mas ahora, porque en su ira no visita, Ni conoce con rigor, 16 Por eso Job abrió su boca vanamente, Y multiplica palabras sin sabiduría.

Éxodo 3:14: 14 Y respondió Dios á Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás á los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado á vosotros.

Job 34:1-37: 34 ADEMAS respondió Eliú, y dijo: 2 Oid, sabios, mis palabras, Y vosotros, doctos, estadme atentos. 3 Porque el oído prueba las palabras, Como el paladar gusta para comer. 4 Escojamos para nosotros el juicio, Conozcamos entre nosotros cuál sea lo bueno, 5 Porque Job ha dicho: Yo soy justo, Y Dios me ha quitado mi derecho. 6 ¿He de mentir yo contra mi razón? Mi saeta es gravosa sin haber yo prevaricado. 7 ¿Qué hombre hay como Job, Que bebe el escarnio como agua? 8 Y va en compañía con los que obran iniquidad, Y anda con los hombres maliciosos. 9 Porque ha dicho: De nada servirá al hombre El conformar su voluntad con Dios. 10 Por tanto, varones de seso, oidme, Lejos esté de Dios la impiedad, Y del Omnipotente la iniquidad. 11 Porque él pagará al hombre según su obra, Y él le hará hallar conforme á su camino. 12 Sí, por cierto, Dios no hará injusticia, Y el Omnipotente no pervertirá el derecho. 13 ¿Quién visitó por él la tierra? ¿Y quién puso en orden todo el mundo? 14 Si él pusiese sobre el hombre su corazón, Y recogiese así su espíritu y su aliento, 15 Toda carne perecería juntamente, Y el hombre se tornaría en polvo. 16 Si pues hay en ti entendimiento, oye esto: Escucha la voz de mis palabras. 17 ¿Enseñorearáse el que aborrece juicio? ¿Y condenarás tú al que es tan justo? 18 ¿Hase de decir al rey: Perverso, Y á los príncipes: Impíos? 19 ¿Cuánto menos á aquel que no hace acepción de personas de príncipes, Ni el rico es de él más respetado que el pobre? Porque todos son obras de sus manos. 20 En un momento morirán, y á media noche Se alborotarán los pueblos, y pasarán, Y sin mano será quitado el poderoso. 21 Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, Y ve todos sus pasos. 22 No hay tinieblas ni sombra de muerte Donde se encubran los que obran maldad. 23 No carga pues él al hombre más de lo justo, Para que vaya con Dios á juicio. 24 El quebrantará á los fuertes sin pesquisa, Y hará estar otros en su lugar. 25 Por tanto él hará notorias las obras de ellos, Cuando los trastornará en la noche, y serán quebrantados. 26 Como á malos los herirá En lugar donde sean vistos: 27 Por cuanto así se apartaron de él, Y no consideraron todos sus caminos, 28 Haciendo venir delante de él el clamor del pobre, Y que oiga el clamor de los necesitados. 29 Y si él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre, 30 Haciendo que no reine el hombre hipócrita Para vejaciones del pueblo. 31 De seguro conviene se diga á Dios: Llevado he ya castigo, no más ofenderé: 32 Enséñame tú lo que yo no veo: Que si hice mal, no lo haré más. 33 ¿Ha de ser eso según tu mente? El te retribuirá, ora rehuses, Ora aceptes, y no yo: Di si no, lo que tú sabes. 34 Los hombres de seso dirán conmigo, Y el hombre sabio me oirá: 35 Que Job no habla con sabiduría, Y que sus palabras no son con entendimiento. 36 Deseo yo que Job sea probado ampliamente, A causa de sus respuestas por los hombres inicuos. 37 Porque á su pecado añadió impiedad: Bate las manos entre nosotros, Y contra Dios multiplica sus palabras.

Génesis 1:1-31: 1 EN el principio crió Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz. 4 Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios á la luz Día, y á las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día. 6 Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fué así. 8 Y llamó Dios á la expansión Cielos: y fué la tarde y la mañana el día segundo. 9 Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase la seca: y fué así. 10 Y llamó Dios á la seca Tierra, y á la reunión de las aguas llamó Mares: y vió Dios que era bueno. 11 Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente, árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fué así. 12 Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da simiente según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya simiente está en él, según su género: y vió Dios que era bueno. 13 Y fué la tarde y la mañana el día tercero. 14 Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años, 15 Y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fue. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche: hizo también las estrellas. 17 Y púsolas Dios en la expansión de los cielos, para alumbrar sobre la tierra, 18 Y para señorear en el día y en la noche, y para apartar la luz y las tinieblas: y vió Dios que era bueno. 19 Y fué la tarde y la mañana el día cuarto. 20 Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y crió Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda arrastrando, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie: y vió Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicad, y henchid las aguas en los mares, y las aves se multipliquen en la tierra. 23 Y fué la tarde y la mañana el día quinto. 24 Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y fué así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie: y vió Dios que era bueno. 26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra semejanza, y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. 27 Y crió Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió, varón y hembra los crió. 28 Y los bendijo Dios, y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la haz de toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. 30 Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fué así. 31 Y vió Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fué la tarde y la mañana el día sexto.

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